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Artes Escénicas y Musicales

La familia de las artes escénicas, la crónica del tercer día
La familia de las artes escénicas, la crónica del tercer día

Una Feria es algo así como una boda en la que se reúnen los profesionales de la ‘familia’ de las artes escénicas con el objetivo de seguir tejiendo lazos para que sus espectáculos lleguen a los principales teatros de todo el territorio. Esta sensación se acrecienta por ejemplo en los improvisados “salones de boda” en que se convierten los restaurantes de Albacete estos días en el que se juntan compañías, distribuidores, programadores, técnicos y profesionales de todas las extensas áreas de las artes escénicas para comer y reencontrarse tras estos casi dos años de sequía de este tipo de eventos. Ayer de alguna forma se llevó este hecho a la máxima expresión con una de las JOYAS de la Feria:

 

Everlasting Love, una peculiar boda en la que reivindicar el amor propio no solo delante de los profesionales del sector. También delante de esos escolares que rieron ‘a pierna suelta’ con el ingenioso montaje de Mayte Olmedilla, talento local por cierto. Esta artista, enamorada abandonada en el salón de bodas al que estamos invitados, lo mismo lleva a la máxima expresión el clown que te canta ¿cómo no? Everlasting love, nos monta un karaoke con canción de Elton John, crea una melodía con las copas de la boda, pone a bailar a los langostinos y sí, también es una músico consumada capaz de captar la atención de todos los públicos. Esta es una fiesta que lo mismo pueden ver los chavales en campaña escolar que programarse en sesión golfa para disfrute de los más noctámbulos. Solo les digo una cosa: si ven este espectáculo en su teatro más cercano -programadores, de verdad que merece mucho la pena- no duden en ir a verlo. Saldrán un poquito más felices de cómo entraron, ¿se puede pedir más? Imposible.

 

Nos alejamos del Teatro Circo de Albacete donde hemos disfrutado a mediodía para acercarnos al Teatro de la Paz. Allí, nos espera una aventura que seguro no podrán olvidar en la que por un ratito se convertirán en conquistadores de tierras aún desconocidas. La propuesta de Teatro Clásico de Sevilla es uno de esos espectáculos que cautiva desde que se levanta el metafórico telón. En escena, solo necesitamos unos pocos elementos escenográficos para creer que nos embarcamos en la mayor de las aventuras. Uno tiene la sensación de que por una tarde, el teatro recupera eso que los ingleses dicen tan claro: “to play”. Nuestros intérpretes ‘juegan’ a vivir mil y una aventuras sin descanso también para el espectador. Gracias a la brillante dramaturgia de Alfonso Zurro a partir de los textos de 8 autoras y autores consiguen darnos una lección de historia bien narrada que resulta realmente apasionante para el espectador. No me quiero olvidar de las coreografías de Baldo Ruiz que hacen que cada movimiento de los entregados actores brille con luz propia. Por último y no por ello menos importante -más bien todo lo contrario- quiero mentar al reparto coral uno por uno y es que no hay fisuras en su trabajo, todos cumplen con nota su cometido desde los más veteranos hasta los jóvenes. Así, es maravilloso como se mezcla la veteranía en las tablas con la frescura y el impresionante trabajo físico de los más jóvenes. Juan Motilla, Luis Alberto Domínguez, Manuel Rodríguez, Santi Rivera, Íñigo Núñez, Piermario Salerno, Fernando Lahoz y Óscar Corrales brillan en esta puesta en escena que cuenta con una impactante escenografía y un estupendo vestuario a cargo de Curt Allen Wilmer y Leticia Gañán. En fin, uno de esos espectáculos que espero giren mucho. Yo cuando tenga oportunidad repetiré. No les quepa la menor duda.

 

Entramos en la recta final del día con una buena ración de música y teatro. El Auditorio de Albacete acogió una de las citas más esperadas a nivel musical de la Feria. El concierto de Karmento, artista local en ebullición que estamos seguros dará mucho que hablar en los próximos meses. Tras su paso por el programa especial que grabó Nova Onda en el citado espacio escénico, Karmento nos ofreció un recital en el que se notaba que jugaba en casa incluso cuando se coló una inesperada voz desde el patio de butacas que llamaba a su “tata”. El concierto fue un particular viaje a nuestra esencia y con las pies en la tierra esta manchega en la azotea reclama que necesitamos “respirar un cambio desbocado entre la multitud” como reza su Que vuelva la magia. Tras emular ese momento de felicidad de la infancia, la artista recibió el calor de su público en una cita musical inolvidable gracias también a los estupendos músicos que la acompañan.

 

Ya por la noche conocimos a Carsi. Como curiosidad, este era el único título de la Feria que ya había visto en su día en el Teatro de la Abadía. Para mí, la ‘marca’ Noviembre Teatro es una garantía de calidad artística. ‘Los de los clásicos’ cambian de tercio en esta reivindicación del oficio de cómico de la legua para ponernos delante del espejo deformante a un actor de ‘los de antes’ que decían que escuchaba los partidos de fútbol mientras hacía a los clásicos. Seguro que esta anécdota les suena, ¿verdad? El protagonista ausente en la mayor parte de la función es una mezcla de todos esos intérpretes de otro tiempo que nos hicieron amar el teatro. En escena, además del fantástico elenco masculino hay una única actriz: Elena Rayos que cual camaleón nos sorprende con personajes como el de la desternillante filóloga que descubre la obra con la que pretenden que Carsi haga ‘el canto del cisne’ sobre el escenario. Viendo la función ayer por segunda vez caí en la cuenta de lo ‘oportuna’ que es una función como esta -con pullas y guiños desde al teatro público a los propios programadores que a buen seguro valorarán las risas del público que disfrutó en el Teatro Circo de Albacete.

 

Además, la jornada contó con más actividades como el montaje Conquistadores y unas interesante charla para profesionales titulada Artes escénicas para la transformación social. El giro educativo.

04-11-2021 | 23:00 | Fuente: FAEMCLM