Durante muchos años ha habido una lucha aférrima entre la novela romántica y la novela erótica. De un tiempo a esta parte parece que en una novela romántica ya cabe todo, desvirtuando el amor en cualquier tipo de relación. Meter dentro del verdadero amor comportamientos como las relaciones de aquí te pillo aquí te mato, los rollos esporádicos o los actos sexuales explícitos son cuanto menos un atentado contra la literatura romántica. Una novela romántica no tiene nada que ver con una explicación de coitos y posturas mientras sus protagonistas comparten palabras soeces. Desde la antigüedad han existido novelas pornográficas pero hoy en día encontrar una novela romántica en las estanterías puede volverse una odisea a causa de los centenares de libros catalogados como ‘’romántica-erótica’’.
Pero, ¿a que se debe todo esto?. A que el sexo vende y, el periodista norteamericano Mike McGrady estaba convencido de ello. Fue en la época de los 60 del pasado siglo cuando un grupo de 25 periodistas, coordinados por McGrady, se pusieron a escribir una pésima novela erótica. Cada uno de ellos fue el encargado de llevar a cabo un capítulo por separado. Todos se esforzaron en que estuviera mal escrito y en que incluyera una o dos secuencias sexuales explícitas. Tras finalizar cada capítulo fue revisado para eliminar los desarrollos de argumento, descripciones de los personajes o cualquier debate social. Los juntaron y así nació ‘’Naked came the stranger’’.
Gillian y William Blake son los anfitriones de un popular programa matinal en una radio de Nueva York, El Show de Billy & Gilly, donde juegan a ser la pareja perfecta. Cuando Gillian descubre que su marido está teniendo una aventura, decide engañarle con una gran variedad de hombres de su vecindario en Long Island. La mayor parte del libro está compuesta de las descripciones de estos encuentros sexuales, que van desde un rabino progresista a un mafioso local.
No buscaban brillar por su argumento, ya que era un engaño. Una broma montada por un grupo de periodistas para demostrar que el sexo en los libros vendía más que la calidad. Una buena campaña de marketing fue esencial en esta anécdota. Buscaron una portada atractiva, la cual contenía una mujer desnuda y pintalabios rojo. Penelope Ashe fue el nombre que inventaron para la autoría de dicho libro. McGrady contó con la ayuda de su cuñada, Billie Young, quien prestó su imagen para la contraportada del libro.
Como no podía ser de otra manera las primeras críticas pusieron por los suelos a esta novela, tanto que el New York Times la calificó como una C, un aprobado por los pelos, dentro de la mal vista categoría de fantasía erótica.
Pero la pregunta es, ¿vendió?, pues sí. En 1969 salió a las librerías y con el tiempo generó varias secuelas escritas e incluso se rodó una película pornográfica basada en la novela titulada en España: ‘’Lujuria desenfrenada’’.
El periodista se mostró preocupado por los usuarios 20.000 usuarios que adquirieron uno de los ejemplares y decidieron salir a la luz comunicando que se trataba de una broma. A día de hoy, ‘’Nacked came the stranger’’ ha vendido más de 400.000 copias, ha llegado el número 3 de la lista de los más vendidos del New York Times y puedes encontrarla catalogada como un clásico de culto.
Quizás sabiendo la historia, la novela adquiere otro interés o realmente el periodista McGrady tenía razón. ¿Tú que opinas?.